No vivo, cocino

11 de octubre de 2025
No vivo, cocino. Es una declaración, no una renuncia. A lo largo de 55 años, he aprendido que la vida no se mide en años, sino en el aroma que une a mis amigos. El restaurante es más que un lugar; es el universo que he creado.

En este universo, mis manos danzan al ritmo de la música, y el aire huele a mirra, a un propósito antiguo. El arte de mis amigos Joan Verdú, Benja Carreres, Carmen Calvo o Julio Antonio no decora, sino que forma parte del espacio, ofreciendo un diálogo silencioso que me ayuda a entender la complejidad de cada sabor que busco.

La paz que siento aquí es la armonía entre este lugar y el ritual que en él se celebra. Cada plato es un acto de amor, una forma de crear algo que no solo nutre el cuerpo, sino que construye recuerdos. Al cocinar, no solo me siento vivo: estoy revelando la verdadera esencia de vivir.

Joaquín Schmidt